6. Torrellas – Los Fayos – Trasmoz
Torrellas (del latín TURRIS (Torre) y el sufijo -ella: “torre defensiva, casa de campo”, o con el sufijo –icula: “TURRICULA>torrella) es una localidad situada entre la vega del río Queiles y el barranco “El Vado”, en la comarca de “Tarazona y El Moncayo”, tiene 300 habitantes, y está a 570 mts. de altitud y a 91 kms. de Zaragoza capital.
A los de Torrellas les dicen “los de la Filajona”.
De la mencionada recopilación de (IDEAragón), se han elegido algunos topónimos interesantes de Torrellas:
“Vago Matarrocines, Acequia Magallón Fiel, Barranco de Valdarracos, Filaturas, Calderuelas, Cambacos, Los Lombacos, La Poya, Cerrainas, El Tozo, Charre”.
Las fiestas mayores se celebran la segunda semana de septiembre en honor al Santo Cristo. El día 14 se festejan uno de los actos más tradicionales, las “mulillas”, la recogida de tortas y pastas por las calles. El nombre corresponde a cuando las tortas eran recogidas por los mozos acompañados por una mula.
El 11 de noviembre se celebra San Martín y el 4 de diciembre Santa Bárbara.
Torrellas, con Santa Cruz de Moncayo y Los Fayos componía la baronía de Torrellas, vinculada a la nobleza aragonesa de los Condes de Ribagorza y los Duques de Villahermosa. Casualmente, queda un dicho relacionado a esas tres poblaciones:
“En Los Fayos, mucho culo,
en Torrellas mucha teta
y en llegando a Santa Cruz
todo son ladrillo y tejas”.
Otro conocida frase:
“Entre Torrellas y el Fayo
pasaremos el febrero”.
En el siglo XVI, la población era mayoritariamente morisca, con artesanos que trabajaban la madera y la marquetería, y labradores, muy organizados que obtenían dos cosechas al año.
Hay un dicho morisco que dice: «La casa del moro, por fuera de barro y por dentro de oro«.
Se conserva el cuerpo interior de la antigua mezquita readaptada en el siglo XVII como iglesia cristiana de San Martín de Tours y sobresaliendo su torre mudéjar octogonal.
En su interior se encuentra el “Centro de interpretación de la cultura musulmana: Torrellas-La huella del Islam”.
Del castillo morisco sólo quedan huellas de la torre del Homenaje.
Dando una vuelta por la población, se dan cuenta que aún quedan algunos nombres de calles que recuerdan su pasado, como: Zocotroca, Granero, Plaza del Cinto y la Botiga de los Alcanillo.
Llegan a la Plaza Mayor, donde antiguamente se celebraba el Mercado.
Es un amplio espacio porticado, con caserones de piedra y porches adintelados. Es interesante la fachada de la Casa de la Villa, con piedra arenisca, y su reloj, y la que fue residencia de los Duques de Villahermosa, del siglo XVII, hoy reconvertida en Casa Rural.
En Torrellas nació Fulgencio Herrero Garza, que era tío de M. Pérez y marido de su tía Dora de Trasobares. Falleció en 1988, pero M. Pérez lo quiere recordar como un hombre atento y cariñoso. Casi toda su vida la pasó en Arándiga y Zaragoza, pero se quedó para siempre con el mote de “el Torrellas”.
El hijo de M. Pérez, Francho, estuvo hace algunos veranos en el centro de formación juvenil “La Nave” de Torrellas, haciendo el curso de “Monitor de Tiempo Libre” y se lo pasó de maravilla.
A 2,5 km. se encuentra la población de Los Fayos, y hacia allí se dirigen.
Los Fayos parece ser que viene del latino FAGUS: “haya”, aunque otras opiniones dicen que viene del prerromano con el significado de “río frío”, o de FALLO, “fenómeno tectónico originado en las paredes rocosas de los alrededores del pueblo”.
Es una localidad de la comarca de Tarazona y El Moncayo, de 150 habitantes, a 569 mts. de altitud y a 95 kms. de Zaragoza capital.
A los de Los Fayos les dicen “Cacos”.
Continuando con la recopilación de (IDEAragón), eligen algunos topónimos curiosos de Los Fayos:
“Vadillo, Gallopar, Las Carracinas, La Carrera, Contamín, Coso, Landas, Recuenco, Sorra, Torre Muna”.
La vista al llegar al pueblo es de una gran belleza, situado bajo grandes paredes verticales, como “mallos”.
El origen de Los Fayos podría venir de un antigo monasterio benedictino, donde residía San Atilano.
Alfonso I hace una donación de Los Fayos a un tal D. Pelayo en 1128:
«Dono et concedo uobis in illos Faios illas casas que fuerunt de Alfarneit».
Del “Libro Chantre” de 1382, ya mencionado, transcriben el capítulo XI, relacionado con Los Fayos:
“Primerament en Los Fayos presienta vicario el chantre de Taraçona al Sennyor Vispe confirmalo et comiendale la cura de las animas. Et el dito Sennyor Vispe visita las iglesias et por razon de la visitation pagale el dito chantre la procuration. Et los parrochianos de Los Fayos pagan diezma de corderos, favas, armellas, pan, vino, millo, alcaçer, cannyamo, lino, uvas, et la diezma de los dineros, assi venden uvas, olivas, et el Sennyor Rey paga diezma de los cuartos que recibe. Et assi mismo Don Garcia de Loriz por razon de la iglesia de Torrellas que es anexa a la de Los Fayos et assi mismo Beltran de Ribas pagan diezma de los cuartos que reciben de los vasallos de Torrellas. Et pora collar las ditas specialment del pan mete collidor el dito chantre, el qual collidor, si sufficient sea, jura en poder del Sennyor Vispe et del capitol de Taraçona et del chantre et vicario o de los procuradores de ellos bien et leyalment faze la dita collida et la provision et salario del dito collidor et la mision del dia de la quartacion o quartaciones pagase de monton assi mismo los III quartaladas de trigo et III quartaladas del ordio del arcipestre. Et después fazese la quartacion de esta manera de lo que finca en monton. Primerament el Señor Vispe et capitol de Taraçona han el quarto de todas las diezmas sobreditas del qual quarto el archidiagno de Taraçona recibe el redecimo et de lo que finca parten el dito Sennyor Vispe et capitol cada sendos medios cuartos. Et el vicario recibe el otro cuarto et non paga redecimo assi que finca el chantre de Tarazona la meytat de la diezma de todas las cosas que se diezman por la iglesia es del dito chantre”.
La ermita de San Benito fue construida en el siglo XII en un hueco de la roca y hasta aquí llegan los vecinos en romería el 21 de marzo, entonando una aurora al santo.
Las fiestas mayores tienen lugar el tercer miércoles de agosto, en honor de Santa Bárbara.
Tenían una costumbre curiosa en Los Fayos: “en la noche de San Juan se cogía un ramo de flores y se metía debajo de la cama durante el resto del año, luegoen la noche de Navidad, en la mesa de la cena con toda la familia, se ponía el jarro con las flores y florecía tan tierno como había estado el día que se recogió”.
De la población sobresale la iglesia de Santa María Magdalena, del siglo XVI, aunque la torre es del XVIII.
Desde el pueblo, se ve el muro de hormigón de 100 mts. de altura, por encima del cual se construyó en 1997 el polémico embalse “del Val”, que se anega con agua de los ríos Val y del Queiles. La obra está sobredimensionada y no existe justificación para semejante nivel de llenado, gran amenaza para Los Fayos y poblaciones cercanas del valle del Queiles, por posible rotura de la presa, y, además, el pueblo lleva esperando desde la terminación del embalse las compensaciones a los vecinos.
Desde Los Fayos se acercan a visitar el último pueblo de la jornada, Trasmoz, a 10 kms.
Trasmoz (del topónimo romance TRANS MONTES o TRASMONTE: “tras montes”, otra versión menos clara dicen que proviene del prerromano TERA-MOL: “molino del arroyo”) es una localidad de la comarca de Tarazona y El Moncayo de 58 habitantes, a 765 mts. de altitud y a 88 kms. de Zaragoza capital. Al pueblo le dicen “la Casca”.
Paran casi en la entrada del pueblo, donde hacen unas fotos de Trasmoz, coronado por el castillo medieval, asentado sobre un cerro que da a un amplio valle.
Por su situación, se encuentra “tras los montes”, al pie del Moncayo; he aquí el dicho:
“Cuatro pueblecicos al pie del Moncayo,
Vera, Veruela, Trasmoz y Litago”.
Otras frases curiosas conocidas en Trasmoz:
“Fue Becquer el gran poeta
con luz de su inspiración
quien hizo grande su nombre
ya para siempre, Trasmoz”.
“Cuando querrá el Dios del Cielo
que la tortilla se vuelva
que los pobres coman pan
y los ricos coman mierda”.
De la mencionada recopilación de (IDEAragón), se han elegido algunos topónimos interesantes de Trasmoz:
“Albollones, Alfara, Alpujarras, Arbales, Barcolé, Barrancho de la Huecha, Barranco de la Yasa, La Valluenga, La Diezma, Las Embecas, Espardinas, Gruñer, Camino Cuadrimón, Cantoncillos, Caratayos, Los Cortichuelos, Lumbaco, el Opete, Pardinas, La Sapera, Sardón, La Yasa”.
El día de San Jorge existía la costumbre de “Roldar el huevo”. Los niños al salir de la escuela se dirigían hacia las eras llevando un huevo cocido para hacerlo “roldar”. El juego consistía en dejarlo en el suelo junto con el de otros chicos e ir empujando a fin de que diesen vueltas. Cuando había girado lo suficiente como para que la cáscara se pelase, se limpiaba y los chicos se sentaban comérselos en grupo.
El 29 de abril se festeja el Santo Cristo de la Piedad.
Las fiestas patronales en honor a la Virgen y San Roque se celebran el 15 de agosto.
El 9 de septiembre celebran las fiestas de la Virgen de la Huerta.
El poeta romántico sevillano del siglo XIX, Gustavo Adolfo Bécquer, descubrió Trasmoz inesperadamente, pero le encantó por su pintoresca situación:
“Hace dos o tres días, andando a la casualidad por entre estos montes, y habiéndome alejado más de lo que acostumbro en mis paseos matinales, acerté a descubrir, casi oculto entre las quiebras del terreno y fuera de todo camino, un pueblecillo cuya situación, por extremo pintoresca, me agradó tanto que no pude por menos de aproximarme a él para examinarle a mis anchas…”
Trasmoz, por su posición, fue clave en la defensa de la frontera con Castilla y Navarra, de ahí que se contruyera un gran castillo en el siglo XII. Hacia allí se dirigen.
La torre del Homenaje y la primera cerca datan del siglo XII; después de la ampliación del siglo siguiente, quedando como patio de armas del castillo.
En los siglos XIV y XV juega un papel importante para los señores de Luna y de Urrea, pero en el siglo XVI es abandonado al perder su papel fronterizo.
El castillo estaba hecho en piedra de mampostería de planta poligonal, con seis torres que protegían la mencionada torre del Homenaje, ahora restaurada.
Allí está la exposición permanente de los hallazgos arqueológicos del ajuar original del último señor del castillo, Pedro Ximénez de Urrea,
descubiertos durante las excavaciones y recuperadas. La Fundación de “Amigos del Castillo de Trasmoz” quiere rehabilitar el resto del recinto, todavía sin excavar, para convertirlo en un Museo de Mitos y Leyendas.
De siempre el castillo de Trasmoz ha sido un sitio preferente para la brujería, un lugar donde las brujas realizaban sus aquelarres.
En 1267 habitó el castillo Blasco Pérez, sacristán de Tarazona, labrando allí falsa moneda y dando pie a las leyendas que han llegado hasta hoy.
Bécquer relató sobre esa magia en algunas de sus famosas leyendas. Una de esas narraciones es la leyenda de “la tía Casca” de Trasmoz, la bruja más temida de la zona.
Bécquer cuenta que en uno de sus paseos por la comarca se encontró con un pastor quien le avisó que no cogiera cierto camino denominado “la senda de la tía Casca”.
Este hombre le relató lo siguiente:
“En esta senda fue despeñada la señora, y al ser rechazada por Dios y por el Diablo, su alma vaga por ese camino, y mediante engañosos sonidos, unas veces con lloros de niño otras con gruñidos de lobo, atrae a los ingenuos caminantes para, con su seca mano, despeñarlos por el barranco”.
La leyenda cuenta, que la tía Casca era muy conocida en Trasmoz. Fue acusada por los vecinos de realizar males de ojo y toda clase de hechizos. Los habitantes la persiguieron hasta un precipicio donde, a pesar de las súplicas de la anciana, fue arrojada al arroyo, donde murió.
Realmente existió esta pobre mujer, y fue lanzada por un despeñadero en 1850, pues le acusaron de haber practicado artes de brujería. En este caso, leyenda y realidad iban unidas.
Gestionado por el Ayuntamiento de Trasmoz se encuentra el Museo de la Brujería.
Desde aquí arriba observan el pueblo y la iglesia de la Virgen de la Huerta, que aún mantiene la nave y la portada de los siglos XII-XIII, mientras el resto del templo es gótico-renacentista.
Terminan el recorrido del día volviendo a Zaragoza.