14. Cutanda
27-5-2010. Después de desayunar y despedirsen de la gente del alojamiento rural “El Molino” se van hacia el primer destino del día, Cutanda, pasando por Portalrubio, La Venta del Diablo y, cruzando la N-211, siguen el valle del Pancrudo por Torre los Negros y Barrachina (A-1508) para volver a desviarsen –solamente 2 kms.- por la A-2513.
Nada más entrar en Cutanda aparcan el coche y saludan a dos viejos que estaban charlando junto a la carretera, aprovechan y les preguntan por el lugar donde sucedió la famosa batalla.

Iglesia y tejados de Cutanda, al fondo Valle de Jiloca. Ilesia y tellaus de Cutanda, ta lo fundo Bal de Chiloca.
Les dicen que se llama “Las Celadas” o “Campo Matanza” y que se ve muy bien desde lo alto del pueblo; los Zerris les piden que nombren topónimos del término municipal, los que se acuerden en el momento, y poco a poco les van relacionando los siguientes: El Cerro la Horca, Prasomero, La Cerradilla, Las Viñas, La Sierra (sobre “el Marojal de Pelarda” les comentan que a esos árboles les dicen “rebollos” y a sus frutos “algallarones”), La Cañada Mayor, Fuentestú, Monte Cervera, La Muela, El Canalizo, Carramolino, el río la Vega, el río Soletas, Fuente’l Ziruejo, Bal de las Aguas, Fuente la Zorra, Fuente la Teja, Fuente Vieja, Barranco los Pozos, Carranueros, La Masada, La Lastra, El Regajo… parece que no les vienen más, así que ahora les preguntan por los motes del pueblo o de otros pueblos vecinos; dudan un poco y al final se deciden: “siempre se ha dicho que “el de Navarrete, contra más larga la tiene, más honda la mete”.
Al fin se van decidiendo a decir algunos de Cutanda: Picarazos, Cabezones, Gototanes, Sastres, Carroquinos, Baldreses (“este debiene de los Baldreses” le dicen a un señor que en ese momento pasaba por ahí), Herreros, Valientes, Millanes, Carambas, Politos (en estas pasa otro viejo que dice: “éstos bus darán detalles“), Valeros, Pamplonas, Chabarrías, Guitartes…. ya no se acuerdan de más.

Desde el Castillo vista hacia el Valle del Pancrudo. Dende o Castiello ambiesta enta la Bal d’o Pancrudo
Los Zerrigüeltaires les están muy agradecidos y uno de estos señores les dice su nombre: Joaquín Simón Agudo; se despiden y, siguiendo las indicaciones de estos señores, marchan por Prasomero (“prado de arriba”) hacia lo alto del lugar, donde se encuentran los restos del Castillo, de origen musulmán y que no se hundió hasta mitad del siglo XIX.
Desde aquí observan con atención y fotografían “Las Celadas” o “Campo Matanza” amplia hondonada entre dos montículos donde, en junio del 1.120, Alfonso el Batallador consiguió una gran victoria sobre los moros que le garantizaba la conquista del Valle medio del Ebro, ayudado entre otros por Guillén IX el Trobador, duque de Aquitania; así lo cuenta la Crónica de San Juan de la Peña:
“….Et esti emperador vençió la grant batalla de Cuntada, en la qoal fue el compte Opiqueus bueno, que era allí con seycientos de cavallo, e murió allí el fillo de Amiramomelin con grandes gentes de moros que no avían compto, e por esto dizen que peor fue que la de Cuntada….”; así lo dice la Crónica de los Estados Peninsulares: “…. Esti venció la grant batalla de Cotanda, en la cual fue el cuende de Piteus con DC hombres de cavallo, et murió hi el fijo de Miramomelín et tan grandes gentes de moros que no eran conta. Et por esto dicen peor fue que la de Cutanda“; y así lo recoge la francesa “Chronique de Saint-Maixent“, escrita hacia 1.140:
“….MCXX…. XV kalendas julii, comes Willelmus et dux Aquitanorum et rex Araguniae pugnaverunt cum Abraham et aliis quator regibus Hispaniarum, in campo Cotanciae; et devicerunt et occiderunt quindecim millia Moabitarum et innumerabiles captivaverunt. Duo millia camelorum ceperunt et de aliis bestiis sine numero, et plurima alia subjugaverunt castella….” (1.120… 15 calendas de julio, el conde (de Poitou) Guillén y duque de Aquitania y el rey de Aragón lucharon con Abraham y otros cuatro reyes de Hispania, en el campo de Cutanda; vencieron y mataron quince mil Almorávides y cogieron a innumerables más. Se apropiaron de dos mil camellos y un amplio número de otros animales, y sometieron a algunos castillos…).
Sobre los preámbulos y los resultados de la batalla de Cutanda veáse lo ya dicho en el capítulo de la Historia de Pancrudo, así como la sobresaliente colaboración de Alberto CAÑADA JUSTE en la revista XILOCA-20 (veáse la Bibliografía).

M. Martín al fondo el pueblo y el castillo de Cutanda. Migalánchel Martín ta lo fundo lo lucar de Cutanda

M. Pérez al fondo el pueblo y el castillo de Cutanda. Migalánchel Pérez ta lo fundo lo lucar y o castiello de Cutanda
Respecto al nombre de Cutanda, parece ser que la denominación latina era “CONTATA”, de aquí vendría “Cuntada”, y después –por metátesis- Cutanda.
Aunque el origen de esta denominación sería otro, según la historieta que le contó un viejo cutandino a Migalánchel Martín en 1984, cuando trabajaba como cuidador en la “Casa Grande” (hospital Miguel Servet de Zaragoza): “En tiempos antiguos, cuando aún no había mapas, iban unos oficiales del rey de Aragón por el territorio, recogiendo datos para censos, y a lo que llegaban a Cutanda, que ya lo tenían a la vista, se encontraron a una agüela que iba arreando a una tocina y le preguntaron que cómo se llamaba el pueblo; pero la anciana era completamente sorda y tampoco veía bien, así que aunque les estaba mirando, no sabía que estaban hablando con ella y siguió a lo suyo, arreando a la tocina y diciéndole: “cuta anda; cuta anda”, y así quedó bautizau el pueblo”.
“Pior que la de Cutanda” no se ha caído y se continúa diciendo por estas comarcas, también es fácil escuchar “And’anda los de Cutanda” como exclamación de sorpresa.
Después de fotografiar ampliamente el pueblo y los alrededores desde el Castillo, los Zerris se bajan por la calle Prasomero y dan unas vueltas por la localidad, donde también hacen algunas fotos de la iglesia, algunos peirones, rótulos y el escudo medieval de la población.
Cutanda es un lugar de unos sesenta habitantes perteneciente a la comarca del Jiloca, entre las tradiciones conservadas sobresale el “Baile de San Roque”, proveniente del antiguo Dance de la localidad. También son muy conocidos los Gaiteros de Cutanda (especialmente el famoso “tío Caramba”) y las corridas de pollos de la localidad.
Los Tocayos continúan camino volviendo a la A-1508,
siguiendo el curso del Pancrudo, pasando por Navarrete y Lechago hasta llegar a la desembocadura del río Jiloca.